La frase citada iba con una foto de una estatua larguirucha que caminaba con sus largos brazos y yo leía la frase e imaginaba a esa persona y me sentía profundamente en su lugar, como un ser extraño, un loco, por ir por la vida siendo, fluyendo, sintiendo y estando tan incomprendido. Quizás no hagamos grandes ademanes cuando caminamos y no bailamos por la calle porque parecemos locos. Sigo soñando con un mundo en el que uno pueda bailar por la calle, reír, rodar y sin que exista la vergüenza y el que dirán. Sin embargo a medida que pasan los años guardamos mas las formas y cada vez somos menos nosotros mismos por ser invisible en un lugar donde hay que comportarse así.