Aún
disfrutando del presente desde siempre, también observaba lo que me parecía que
se podía mejorar. Tantas cosas se habían hecho así, desde siempre, pero eso no
quería decir para siempre. De hecho, estaba convencida que muchas cosas
cambiarían y a en un futuro, no muy lejano, al volver la vista atrás,
sentiríamos asombros y se nos cogería ese pellizco de cuando vemos, leemos u
oímos historias verídicas de lo que hemos vivido las personas. Hay tanto por
hacer, por mejorar.
En la
historia ha habido grandes mujeres y hombres que han marcado una antes y
después del que luego mucha gente ha podido beneficiarse de algo más justo, más
ético, más sensato que lo anterior. A veces la realidad parece increíble y sin
embargo ahí está. perpetuamos cosas que no entendemos su sentido o vemos
injustas solo por no decir, basta, quiero otra cosa y la quiero ya por que debe
ser así.
Por
ejemplo, la jornada laboral debería ser máximo de seis horas. Más que eso,
debería considerarse esclavitud, y debería ser ilegal. Las personas trabajan en
casa, atienden familia, deben procurar sus bienes y atender a una vida en alta
expansión. Más de seis horas agotan la mente y el cuerpo y hacen que la salud
se vea afectada causando un gasto al gobierno más elevado de lo que causaría
contemplar este asunto.
Si todo
el mundo trabajara seis horas, incluso tuviese los miércoles como día de tareas
de casa, quedándose a trabajar ahí, en el hogar, pagado, todo funcionaría mejor.