martes, 25 de enero de 2011

Entonces

Tan claro como el agua parece.
Decidir hacer y hacer.
Cuesta el comienzo de una nueva vida.
Pero es lo que verdaderamente se necesita.
Orden, voluntad, disciplina, esfuerzo...
En un punto donde reina la comodidad,
el desorden, el abandono, la mediocridad, 
la leve esencia del ser sin apenas estar.
En el vacío, en el amor, en la casa y en el sofá.
En el trabajo y olvidándose de sí.
Era necesario recordarse,
era menester entrenarse
era prioritario auto disciplinarse.
Todo parecía lejano, difícil, largo y abrumador.
sabía que era un largo camino 
pero el resultado sería visible, sería grato.
Se hacía necesario empezar.
Había que hablarlo, 
había que ponerse de acuerdo,
Había que pedir ayuda.
Necesitaba espacio, tiempo...
Pero sobretodo necesitaba fuerza, animo, 
perseverancia, valor y coraje.
Tenía que empezar y seguir andando.
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