miércoles, 21 de octubre de 2020

TU

 

"Tu ,  que entendías todo lo que viví,

parecía que me veías sin juzgarme,

comprendías más allá de las palabras.

 Sabías mis sensaciones,

 dudas y vaivenes,

mis sueños más elevados,

 mis anhelos más profundos,

 mis más dormidos pesares.

                                                                  Tu que sobre entendías

 y sabías lo que hacías,

 guiabas mis pasos, mi mente y mi alma.

 Sabías que me sentía perdida,

cuánto añoraba hallar la paz infinita,

 el gozo eterno, la vida en vida,

 vivir lo más puro del amor y la calma.

 

Dejé que me llevaras a donde decías que debía estar,

que me marcaras el camino, 

me dieras fuerza y coraje y

 ayudases a que se coloque todo en su sitio

para poder dar pasos seguros,

con confianza y fe de que todo estaría bien.

 

Había elegido quedarme donde estaba

 y entregué todo lo  para ello,

ese camino y lugar,

 tenía sus gratos momentos,

más una profunda tristeza anidaba.

 

En mis sueños te veía,

 pero me faltaba arrojo y suerte,

La mano que me guiaba y regalaba cada día,

 tu.

 Que ahí estabas

aunque todo dificultaba mi visión,

me dabas el coraje de seguir adelante.

 

Sin saber muy bien donde debía ir,

cuando y como ni con quien.

Había pedido que me protegieras,

 me amaras y fueses feliz a mi lado,

  nos llenásemos de regalos cada día,

 no materiales sino de amor

y actitudes que nos colmaran.

Esos momentos solía creer

 que todo valía la pena.

Harta de carencias,

de mendigar, de aguantar,

 soportar y cargar un peso enorme.

 

Necesitaba ese abrazo,

esa mano, ese vamos a vivir y disfrutar

 de una cena, de un paseo, de un viaje,

de una sorpresa, sentirme grande, única bella,

 tranquila y bien para siempre,

protegida, hombro a hombro.

 

Y no temer jamás,

a nada, ni nadie.

Y que no me sobres,

 ni me faltes, si me arropes

 y nos llenemos de ser y dicha de vivir..."

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