Tantas ofertas,
tanta demanda.
Tantas
opciones,
hobbies,
eventos, deportes, espectáculos, gentes.
Todo tan
bello.
A veces
tantas cosas;
cuando
hay tanto para elegir
tu
cuerpo, mente y espíritu piden calma.
Calma.
Pero tu
cuerpo te lleva.
El oxígeno
te mueve,
la marea
envuelve,
la gente
linda te vibra.
Y acabas
danzando al son de la marea.
A veces
no hay que cuestionarse y dejarse llevar.
A veces denotamos luchas entre dejadme en paz y
llevadme de aquí.
a bailar,
a gozar, a sentir, a mirar espectáculos,
a cenar,
a beber,
a reír.
Esa
jaula,
esa
calma,
esa paz,
ese
meditar,
ese
respirar,
ese amar.
Cuando
se detiene el tiempo.
Y cuando despiertas,
ves que los niños son adultos,
los
adultos ancianos,
y tú ya
no tienes edad,
ni
tiempo,
ni espacio.
Te
sientes el Mundo.
Amas
todo,
gozas
todo,
desde tu
paz.
Como si
estuvieras en todas partes,
vives lo
necesario,
dejas de
elegir.
Atraes,
rechazas
y
vuelves loco a universo.
Ahora si,
ahora no,
ahora
quien sabe,
ahora me
quedo aquí,
un día
mas,
en mi
estado de Gracia,
donde nada
y todo ocurre,
donde
cada cosa tiene gran sabor,
donde no
necesito demasiados estímulos
porque
no tengo tiempo de degustar uno a uno,
sabor a
sabor.
Tanto
deleite vital,
desde mi
calma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario